A pocas horas del comienzo de la mañana, un cliente nos abre las puertas de su casa. Estábamos por allí de paso y nos cuenta que su nueva adquisición le ha amenizado los días de invierno y que ahora en verano agradece la brisa.
Nos conduce por los pasillos hasta a llegar a “uno de mis rincones favoritos de la casa”, nos afirma. Sombra en verano y sol de invierno que cae sobre un sillón colocado a pocos pasos entre un ventanal y una estantería repleta de libros, y allí estaba: elegante, discreto y sutil. Integrado a la perfección en esta estancia, un Eco.
“Elegante, discreto y sutil”
Que no, que aquí no hay sitio para esa mole de barras de hierro, que este es su rincón de la casa.
Y es que eso es lo que necesitaba este lector empedernido, un espacio confortable para devorar libros y que ningún objeto de la estancia entorpeciese su labor.
Nos despide agradecido y nos dice que le pasemos alguna de las fotos que hemos hecho, que claro, que no hay problema en compartir con vosotros ese espacio tan confortable que se ha creado. Y eso hacemos, compartirlo con vosotros, ¿no lo encontráis acogedor?