Su diseño geométrico sutil y su paleta de ligeros contrastes intensos se integran a la perfección en este ambiente. Esto no es una locura si no una nueva tendencia tras estos años de alfombras tejidas con motivos vegetales.
Sin duda, hay una vuelta a los diseños tradicionales inspirados en los patrones de los antiguos kilims y dhurries, pero reinterpretados con una visión más contemporánea, que exagera la escala de los diseños y la viveza de los colores limitándolos a la combinación de dos o tres a lo sumo.
Este tipo de alfombras han pasado a ser un aspecto fundamental en la personalización de cualquier estancia. Aportan un valor diferencial y único a cada lugar consiguiendo así entornos realmente increíbles.
Son perfectas para romper la monotonía y las líneas clásicas de interiorismo. Dinamismo y movimiento quizás sean las palabras que describan la incorporación de estos diseños de alfombras. Son ideales para vitalizar ambientes con una buena base neutra, por ejemplo a un comedor decorado con mobiliario sobrio y monocromo le aportará una buena base y lo convertirá en un espacio acogedor y cálido.
Pero… ¿Que pasaría si quisiéramos ir un paso más allá? Tenemos la solución a vuestra duda. Uno de nuestros equipos personalizado que se integre perfectamente en la escena.